la lógica de mi papá

Así es la lógica de mi papá, sin sentido, sin orden aparente, sin tema definido.

13.9.14

¿A qué jugamos?

Publicado por madame web |

Decidí prestarle mi blog a @rauldc para que publicara esta nota que escribió.

Llevo una semana de tristeza profunda y donde mi cabeza da vueltas locamente tratando de entender para donde vamos como país. El domingo pasado mientras desayunaba vi que muchos de mis contactos de Facebook compartían una nota del periódico El Espectador sobre un joven de 16 años que se suicidó. Al principio, como con muchas de las publicaciones que se publican en esta red social la pase por alto, pero al ver el número de veces que fue compartida decidí abrirla y leerla; si usted está leyendo esto y no sabe de qué estoy hablando, le recomiendo pasar por la nota

La primera reacción de dolor que tuve fue de la persona, pensaba no solo en el infierno que tuvo que vivir Sergio, en el que aún vive (seguramente en silencio) su pareja, en sus padres, en sus compañeros y compañeras de clase absurdamente castigadas por asistir al velorio. También en las muchas personas que han sufrido discriminación y exclusión, personas de mi familia, amigos y todos aquellos que son rechazados todos los días por ser diferentes, ya sea por su color de piel, sus preferencias sexuales, sus ideologías políticas etc.   
    
Pero lo que más me atormenta hoy es el papel de la escuela en la sociedad colombiana y este tormento crece cuando leo en la prensa que los rectores de los colegios privados le envían una carta a la ministra de educación, básicamente diciendo que no tienen  ni idea de qué hacer con el tema de los y las estudiantes LGTBI. Como me respondía la representante Angelica Lozano en Twitter hay que aplaudir que se reconozca la realidad, y el ministerio tiene que ver cómo responde. Sin embargo mi preocupación pasa más que por entender cómo solucionar ese problema que expresan los rectores, es por el entender cuál debe ser el rol de los colegios en Colombia.

Existe una explosión de opiniones sobre lo importante que es para el desarrollo de Colombia que se invierta en educación, se habla de que por primera vez el presupuesto de la educación es mayor que el de la guerra, algunos gobernadores han hecho de este tema su bandera; pero no hemos parado y entendido ¿Para qué?. Claramente en las teorías de desarrollo se pone de presente que a mayor educación de la población mayor movilidad social y mayor ingreso para el país; sin embargo los jóvenes son mucho más que objetos económicos dentro del mercado (o bueno deberían serlo).

Y no estoy descubriendo el agua tibia, existen grandes desarrollos de teorías sobre lo que debe ser una educación para la ciudadanía o porque la educación debe ver a los estudiantes más que como unos entes vacíos que necesitan ser llenados, como sujetos con capacidades. Para mí la escuela tiene un propósito sencillo dentro de la sociedad, lograr que los y las estudiantes aprendan a pensar por sí mismos, a tomar decisiones para la vida y desarrollar una serie de capacidades que les permitan vivir en sociedad. 

Dentro de este planteamiento es necesario transformar el imaginario de la competencia, la escuela se ha convertido en el primer escalón del neoliberalismo donde lo más importante es ser exitoso y claro exitoso sobre un modelo preestablecido que deja al diferente de lado, que le pone presión para normalizarse. Pero sobre todo hay que dejar de lado la idea de la “formación” de la persona, entendida como la modelación del ser en la búsqueda de ese ideal de ser humano basado en los cánones (en muchos casos religiosos). 

Lo que paso con Sergio se vive todos los días en las instituciones educativas, docentes, rectores, padres de familia y demás miembros de las comunidades educativas deben redefinir su rol frente a la educación. Hay que transformar los PEI, los manuales de convivencia y las prácticas en la escuela. Pero sobre todo debemos como país tomar la decisión de convertir nuestros colegios en instituciones de paz, donde se valoren las diferencias como oportunidades de crecimiento de todos y todas y no se juzguen y se rechacen.

Escrito por @rauldc

1 comentarios :

Gabriela dijo...

Leí sobre el caso en El Espectador, y me pareció terrible todo. Lo peor es la desesperación que habrá sentido Sergio, al punto de tomar la decisión que tomó.