Una de las pocas, ¿o muchas?, veces que he llorado por el Joven Noctemblue (hace ya muchos años...valga la aclaración), jaja, era una tontería...pero yo estaba inconsolable, con el corazón en los pies y "ese" hueco en el estomago.
Mi amiga A. andaba por ahí revoloteando, creo que no sabia que decirme para hacer que me sintiera un poco mejor...después de todo era culpa de ella que yo estuviera llorando, ella y sus intentos por ser una buena celestina...me calme un poco, bueno deje de llorar, pero me sentía igual de triste, estaba acostada en la cama de Pato esperando a que Gabo fuera a rescatarme. Al rato llego A. con un plato y me ofreció comida...obvio, pregunte que era y me dijo que era una "pastica con sardinas"...ah? no, gracias, guacala!...pruebala y si no te gusta me la llevo.
Resultado: lo que siempre me pasa, al principio no quería y luego de probar, me encanto, me lo comí todo y después pregunte si había mas...y no, ya se había acabado todo!
Cada vez que voy a Bogotá A. me hace pasta con sardinas...mmmm deli...y bueno, a veces me acuerdo de ese episodio triste; pero es tan rica la pasta que hace A. que ya me ha hecho olvidar como nació la receta de emergencia para hacerme sentir bien.
Mi amiga A. andaba por ahí revoloteando, creo que no sabia que decirme para hacer que me sintiera un poco mejor...después de todo era culpa de ella que yo estuviera llorando, ella y sus intentos por ser una buena celestina...me calme un poco, bueno deje de llorar, pero me sentía igual de triste, estaba acostada en la cama de Pato esperando a que Gabo fuera a rescatarme. Al rato llego A. con un plato y me ofreció comida...obvio, pregunte que era y me dijo que era una "pastica con sardinas"...ah? no, gracias, guacala!...pruebala y si no te gusta me la llevo.
Resultado: lo que siempre me pasa, al principio no quería y luego de probar, me encanto, me lo comí todo y después pregunte si había mas...y no, ya se había acabado todo!
Cada vez que voy a Bogotá A. me hace pasta con sardinas...mmmm deli...y bueno, a veces me acuerdo de ese episodio triste; pero es tan rica la pasta que hace A. que ya me ha hecho olvidar como nació la receta de emergencia para hacerme sentir bien.
1 comentarios :
Las pobres sardinas son un plato desprestigiado, asociado con los paseos y la pobreza. Pero a mí me encantan, especialmente por esa salsa de tomate en la que "nadan".
Un extraño placer es comer arroz frío con una sardina revuelta y un poquito de la dichosa salsa... ese plato caliente perdería el cuerpo, pero frío es una maravilla, especialmente si el arroz lo prepara mi mamá y yo me lo como a escondidas.
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